Entrañable relato que hará las delicias de cualquier lector que se acerque a sus páginas, sobre todo del infantil, para quien se abre un abanico, bellamente ilustrado, en el que podrá seguir, desde la A a la Z, los encuentros de un niño, en busca de un amigo, con los más variados y alucinantes animalillos de nuestros humedales. El lector agradecerá a sus autoras la posibilidad que le brindan de acercarse al mundo natural a través de los sentidos de la vista, con delicados y detallados dibujos, y del oído, con la sonoridad de onomatopeyas y la musicalidad de palabras, cuyas envolturas lucen las mejores galas de nuestra lengua: somormujos, chorlitejos, andarríos, ánade silbón... Este delicioso cuentecillo es un canto de amor a la naturaleza, que nos invita a todos a respetarla y a gozarla. Isabel Tomás Maestre