No debe ser así. Gálvez adquiere su justa talla cuando se estudia su vida con absoluta objetividad y eso es lo que se hace en esta ocasión: desde sus inicios en Nueva España, hasta su regreso al virreinato ?donde fallecería a los 40 años?, sin olvidar su paso por Norteamérica y el apoyo incondicional que, desde su puesto de Gobernador de la Luisiana, dio a la independencia de los Estados Unidos. Muchos de los sucesos que aparecen en este libro no gustarán a sus seguidores más por! ados. Es más, pensarán que no son ciertos o son fruto de una trasnochada y velada crítica a esa España imperial que intentaba a duras penas resurgir de sus cenizas. No es cierto. Tras la lectura de sus hazañas debemos situar a Bernardo de Gálvez y a su familia en el lugar correcto, y dejar claro lo que fue: un notable militar y político que dedicó su vida a defender los intereses de su patria, España ?a la que sirvió siempre de la mejor forma posible?, pero sin poder separar sus actos de su época y de su tiempo. Nada más y nada menos.