Este segundo número de Trasfondos aborda uno de esos temas que resultan cruciales a la hora de plantear en nuestro mundo contemporáneo los valores de la persona y de la familia. Es el tema de la belleza y su relación con los valores de la vida humana. La idea de fondo que late a lo largo de las páginas que siguen es que todo hacer humano que se preocupa por la estética es un bien para quien lleva a cabo ese hacer y también para quien recibe el producto hecho; y ello es así porque las normas que rigen el cuidado de la estética son las mismas que rigen el bien y la verdad: son las leyes de la armonía, de la unidad y del amor.