Tanto por el análisis de los celos como por el relato de la seducción o por su pesimismo radical, casi metafísico, respecto al mito del amor puro, Albert Cohen, en esta búsqueda del Absoluto a través del amor, nos ha dejado páginas que pertenecen ya a la leyenda y que durante largo tiempo continuarán forjando la sensibilidad de lectores y lectoras.
«Un monumento, una milagrosa y prodigiosa obra maestra que lo iguala a los más grandes novelistas de la literatura universal... Se impone con la misma necesidad clásica que Shakespeare, Proust, Rebelais, Joyce o los grande profetas del Antiguo Testamento» (Claude Lanzman).
«Sin discusión, Bella del Señor es la obra maestra de la literatura amorosa de nuestra época» (Bernard Pivot, Lire).
«Amor, humor, lo lírico y lo cómico: los dos resortes sabiamente entremezclados de la obra maestra de Albert Cohen desencadenan una inimitable danza de la vida y de la muerte... Poeta y clown, Albert Cohen nos ofrece un trampolín desde el cual saltar hasta las estrellas, pero no tiende la red para recibir al acróbata: así, el salto del ángel concluye en salto de la muerte» (Claude Roy).