Situada en Ginebra y en Francia en 1936, cuando el antisemitismo alcanzó su paroxismo en Alemania, Bella del Señor relata, con lirismo romántico e ironía feroz, la relación entre Solal, judío, alto funcionario de la Sociedad de las Naciones, y Ariane, la aristócrata aria casada con un subordinado de Solal, desde su encuentro hasta la agonía final, pasando por la conquista, la pasión y la implacable degradación de los sentimientos. Para combatir la saciedad, los amantes recurren a todos los medios: celos retrospectivos, humillaciones y todas las recetas eróticas; este libro de amor es también un retrato de los horrores de la carne.
Tanto por el análisis de los celos como por el relato de la seducción o por su pesimismo radical, casi metafísico, respecto al mito del amor puro, Albert Cohen nos ha dejado páginas que pertenecen ya a la leyenda.