Robin se alió con Nadie, un nuevo villano que, además, era hijo de Henri Ducard, uno de los mentores que tuvo Bruce Wayne antes de convertirse en Batman. Pero Damian no pretendía traicionar a su padre sino ayudarle a atrapar a su enemigo. Por desgracia, cuando Nadie descubrió el engaño, se desató una dura batalla que terminó de la peor manera posible cuando Robin mató al malhechor. Gravemente herido, el muchacho se recupera en la Mansión Wayne mientras sigue intentando ganarse el respeto de Batman.