Se propone la idea del Barroco como estructura estético-epistemológica en que se revelan los gérmenes de la Modernidad, las particularidades de la identidad latinoamericana y su distintiva manera de ser en la matriz hegemónica occidental. Desde Colón al Neobarroco Latinoamericano, hasta figuras como sor Juana Inés de la Cruz, Carlos de Sigüenza y Góngora, Hernando Domínguez Camargo, José Lezama Lima y Severo Sarduy, la autora registra las constantes transhistóricas del Barroco Americano de todos los tiempos.