Las palabras del autor son las que mejor condensan el sentido de esta colección de relatos:
"El título se inspira en versos que me hirieron: Vivir es ir doblando las banderas, dice el poeta granadino Luis García Montero. He reflexionado con frecuencia sobre ello. Existe un cierto desapego que el paso del tiempo roba a la ilusión. Las primeras emociones, los proyectos que te hacen palpitar, el idealismo de los 20 declina su luz. Pasan los años, y hay un momento en que se te llena todo de otra vez. No es que no existan las ganas. Es que ese mismo afán de antaño tiene esta vez una luz distinta, más crepuscular, y, por qué no, más bella en su incipiente arruga. Una bandera doblada sigue siendo bandera, pero más humilde y cotidiana, más próxima a su condición inapelable de tela. Una bandera doblada tiene cierto sabor a madera mortuoria, a memoria insigne que recogen manos fuertes, sentidas, cansadas de gestos inútiles y de ardientes proclamas que el viento barrerá."