Jacobo no puede dejar de pensar en las sombras de orejas puntiagudas que acechan la ciudad. ¿Tendrán algo que ver con ese desconocido que lleva un maletín repleto de cinturones? ¿Y qué se traerá entre manos la señora Maricastaña con una cesta de plantas exóticas? ¿Descubrirá Jacobo qué está pasando en su barrio? Para eso, solo tiene que convertirse en lobo, pero ¿y si no puede?