Este libro sobre Baltasar Gracián da cuenta, sintéticamente, de la enorme coherencia y originalidad de una obra literaria que incide con fuerza en diversos frentes: ético, estético, político, social y religioso. Sin desatender su peculiaridad humana ni su extraordinaria singularidad como escritor, el libro sitúa la producción del autor aragonés en su contexto barroco contrarreformista, sin el cual no es posible explicarla adecuadamente, y revela todo un estilo de pensamiento, que se muestra tan deudor de la cultura de su época como esclarecedor de los ocultos resortes epistemológicos que la sustentan.