Es diciembre de 2008 y, el escenario, un profundo valle de los Pirineos. De camino al trabajo, los empleados de una planta hidroeléctrica descubren el cuerpo de un caballo decapitado suspendido en la cara helada de la montaña.
La investigación del macabro hallazgo es asignada al capitán Servaz, un cuarentañero hipocondríaco que siempre actúa guiado por su instinto. Se trata del caso más extraño de toda su carrera. ¿Qué motivos podría tener alguien para asesinar a un caballo a dos mil metros de altitud? Todo indica que éste es sólo el principio de una larga pesadilla.
Ese mismo día, una joven psiquiatra se inicia en el mundo laboral en el psiquiátrico de la zona.
Atmósfera opresiva, suspense desde la primera página, así como un viaje a los miedos más atroces del ser humano. Estamos ante una de las novelas revelación de este año