El amor desmedido, intenso, incomparable y abrumador como el azul profundo que se deslumbra hasta donde la vista da en el mar; así es el amor que se desenvuelve en la obra de Greco. La historia se desarrolla desde la narrativa de una joven llamada Erika, que busca ansiosamente una oportunidad laboral, sin prever que al hallarla no sólo encontrará un trabajo, sino algo más que eso y que no estaba dentro de sus aparentes prioridades. La protagonista nos lleva de la mano a vivir y sentir como ella, nos invita a conocer costumbres propias de su familia y del lugar donde vive, nos hace amar el café como ella, pero sobre todo nos permite enamorarnos como ella, del chico de azul, Andrés. Erika nos hace vibrar al imaginarnos a Andrés con todas las cualidades que lo describe, al mismo tiempo nos carga de una impotencia por las intermitentes durante el vívido romance que surge entre ellos, y que llevan la historia a un desenlace impredecible pero con un contundente final que dejará al lector re-pensando la obra.