Los relatos protagonizados por Gerard son verdaderamente ejemplares cuentos de aventuras de ambientación histórica: precisos, elegantes, ingeniosos y con ritmo, y tienen todas las virtudes de un clásico. Doyle utilizó, como documentación de trabajo, memorias de combatientes que realmente intervinieron en las contiendas del período napoleónico. En todo caso, se trate de aventuras reales o de cuentos que un veterano del ejército de Napoleón narra a beneficio de que los oyentes le paguen unos tragos, lo cierto es que estos episodios de la agitada vida guerrera de un húsar de Napoleón, el brigadier Gerard, en los que Conan Doyle parece obtener un placer especial empantanando a su protagonista en situaciones de imposible salida, para sacarlo del atolladero páginas más adelante en un alarde de ingenio, están entre lo mejor que salió de su pluma.