Debolsillo enriquece su biblioteca de autor con una afilada crítica a la burguesía brutal e insolidaria que surgió en Portugal tras la revolución de abril de 1974.
Situada en septiembre de 1975, esta obra revela la disolución de una familia. Diogo, un despótico terrateniente, agoniza en su predio de Monsaraz mientras en el pueblo cercano tienen lugar las fiestas y el campo está agitado con los revolucionarios del 25 de abril. El viaje que emprenden par verlo sus parientes -dominados por la codicia, el odio y el afán por aniquilarse los unos a los otros en un mundo cada vez más cerrado- actúa como metáfora del camino hacia la propia muerte.