Por vez primera, un atlas histórico centrado, no en la Península ibérica o el Hexágono francés, sino en el Pirineo, verdadera columna vertebral de nuestro pueblo, su Estado que fue y es Navarra y sus lenguas: el euskera o lingua navarrorum, más los romances vascones hasta su sustitución por el castellano y el francés.
Eneko del Castillo