La intención de esta breve obra no es otra que hacer pasar un rato distraído, agradable, y por qué no decirlo, divertido, riéndonos un poco de la estupidez humana, es decir, de nosotros mismos. Cuando el ser humano, por naturaleza estúpido e incapaz, se topa con un semejante que por misteriosa razón desarrolla una habilidad que destaca del resto del grupo social por lo llamativo, lo singular o a veces lo inútil, tiende a reaccionar de dos maneras