Argumento de Arte, Religión y Traducción
La presente publicación ofrece al lector e investigador un recorrido original y sorprendente por el mundo del arte, la religión y la traducción, tres experiencias de una misma realidad, que adquieren en la perspectiva de la Orden de Predicadores, un ámbito de comunicación fundamental.
El arte es un campo muy amplio y abarca aquí la pintura, la escultura, el dibujo y el grabado, las artes decorativas, la arquitectura, la música, las coplas, la canción, la literatura, la fotografía, el cine, el cómic y hasta el videojuego con carácter religioso. Por otra parte, la traducción de arte, es decir, la que se lleva a cabo sobre escritos artísticos es una actividad que tiene un largo recorrido entre los Dominicos.
Como manifestación humana que interpreta lo real o plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros, el arte es la expresión más genuina de la creación personal, que como la religión busca permanentemente la belleza.
Durante mucho tiempo la traducción ha sido considerada en sí misma un arte, y hasta hace bien poco no ha trascendido de esta dimensión hasta otra más acorde con la de la práctica científica.
Resulta fundamental plantearse la idoneidad de la traducción de las obras de arte plásticas, ¿hasta qué punto se puede hablar de traslado de una forma original en otra forma meta?, ¿será capaz el traductor de reflejar fielmente con respecto a su espectador la intención subyacente en el momento de la génesis artística?
Con el término transcreación se ha intentado englobar la tarea de expresión de un mensaje creativo en otras formas expresivas para otras culturas, convirtiéndose así el traductor en recreador, en otro demiurgo.0