Frente a la aproximación clínica clásica, Rodrigo Hagarse acerca a la locura desde la propia experiencia de la persona que la sufre, desde sus alucinaciones, su delirio, su desesperación. Rescata los procesos emocionales y cognitivos de la experiencia vivida en la psicosis para, posteriormente, enfocar dichos elementos desde el arte, la creatividad y la psicoterapia.