Argumento de Arte Cisoria
No al castigo, laletra con sangre entra, sino entrever cómo la sangre amarosa circula por las palabras, aisbar esa cadencia mesurada que se interrumpe y deja paso al fervor, borbotones en la página y de nuevo la pausa que asimila, como quien, godard à bout de souffle, retoma el aliento y acelera atento (obsesivo) la marcha en pos del cuerpo que se deshace y se rehace. Como quien escribe hablando en voz baja y de pronto carga las tintas aunque el grito sea contenido y anuncie apenas el derrame, cortando escenas, cortando frases, entre la prosa que anega y el cuchillo del verso que acabará deciendo cero, ese abismo, esa cifra que todo lo contiene.1