Las historias de un inquisidor y una joven hechicera se ven relacionadas con el proceso de brujería de Logroño de 1610.
En 1610, en Logroño, han sido condenadas a la hoguera once personas acusadas de brujería. Sin embargo, amplias zonas del señorío de Vizcaya y Navarra siguen sufriendo la presencia del demonio y sus secuaces... Para tranquilizar al pueblo, el Santo Oficio envía a Alonso de Salazar y Frías, un inquisidor secretamente descreído: ha perdido la fe en Dios y no cree en el diablo ni en las brujas. Su historia se va a cruzar irremediablemente con la de la joven Mayo, que recorre los caminos vendiendo hechizos y ensalmos. A lo largo de su viaje, ambos tendrán que enfrentarse a poderes perversos que sembrarán su paso de obstáculos, así como a la muerte de las personas que más aman en el mundo. Una trama apasionante que recupera la fuerza de la tradición mágica de nuestra cultura, en la que está implicada incluso la élite del poder político y religioso del Siglo de Oro, y que se basa en un episodio de nuestra historia que quedó documentado y misteriosamente olvidado en los sótanos del Santo Oficio durante casi tres siglos... «Una novela que nos lleva al pasado, a los tiempos oscuros en los que unos pocos controlaban la vida de muchos, en los que aún pervivían en las zonas rurales la creencia en el diablo y en el poder de la magia. Nerea Riesco nos introduce en ese mundo donde la realidad y la ficción se mezclan hasta confundirse y nos hace sentir parte de ambas.» Toti Martínez de Lezea