Argumento de Arquitectura y Manifestaciones Artísticas en la Murcia del Seiscientos
Durante el siglo XVI, Europa vive uno de los episodios más convulsos en cuanto a su religiosidad. Distintos movimientos reformadores del cristianismo triunfan en el norte del continente y la Iglesia Católica se ve ante la necesidad de dar respuesta a estos ataques. Tras el Concilio de Trento, Roma se afianza en sus principios básicos y se establecen los ejes vertebradores que articularán la llamada Contrarreforma. Dicho plan director afectará a todas las esferas de la institución y también a sus vehículos doctrinales. Uno de los más representativos es el arte, que a partir del cónclave italiano se pone a disposición de los objetivos principales de la reforma católica. La arquitectura, la escultura, la pintura y las demás artes estarán al servicio de una serie de mensajes doctrinales y mandatos litúrgicos. Así, la importancia de la Eucaristía, la devoción a la Virgen y los santos y el culto a las reliquias formarán un plan director a seguir en todo el orbe católico, dotándolo de los instrumentos artísticos necesarios. La Diócesis de Cartagena y, concretamente, Murcia como ciudad sede de la silla episcopal no serán inmunes a dichos cambios, que se plasmarán en las reformas y habilitaciones llevadas a cabo en la sede catedralicia, las parroquias, los conventos y otros espacios religiosos. Asimismo, de esta renovación artística realizada durante el siglo XVII y XVIII no quedarán exentos los espacios civiles, hasta conformar el modelo de ciudad barroca. Este libro viene a detallar cómo, la antigua capital de la Cora de Tudmir conquistada por las tropas castellanas del infante Alfonso, se adaptará desde finales del siglo XVI y durante todo el siglo XVII a las disposiciones trentinas, a través de las distintas disciplinas artísticas. Para ello, se establecerá una visión global de los distintos ejemplos arquitectónicos y sus artes plásticas aparejadas, así como se identificarán los principales responsables de dichas iniciativas.0