La arquitectura se ha entendido normalmente como geometría y materia, abstracción dibujada y realidad tangible, pero raramente se ha valorado el papel de la energía: luz, sonido, calor, etc. en su definición. Desde la percepción ambiental y el confort hasta la constatación del valor espacial de la energía, se intentan facilitar al arquitecto los conceptos para encontrar la solución óptima de unas necesidades a menudo imprecisas. El conocimiento de los conceptos, sistemas y componentes adecuados, así como de los sistemas prácticos de evaluación, permiten entender el diseño con energías naturales en la arquitectura como una nueva forma de enfocar el proyecto.