Argumento de Arquitectura áurea (la Catedral de Toledo) 2ª Parte
Encuadernación: Rústica
En tiempos antiguos desde los primeros megalíticos, el ser humano que los intuía y luego los construía, se basaba en unas líneas estelares precisamente por una necesidad imperiosa o un gran afán de acercarse al Cosmos, es decir, a Dios. Como ejemplo, los hebreos determinaron el templo de Jerusalén, al dictado de Iahvé y anteriormente los egipcios habían construido sus templos y tumbas tras la observación de leyes universales, por las que se regían. Los griegos siguieron la misma pauta, legándonos la proporción áurea que habían recibido de civilizaciones anteriores. Llegamos así a las catedrales ojivales de la edad media, cuyas distribuciones se atenían a estrictas reglas geométricas, para su duración en el espacio-tiempo. Todas ellas y los elementos que las componen, se basan más o menos en las rigurosas normas de la proporción áurea. Por mi parte y tras muchos años de esfuerzos, dirigidos sobre la mayoría de ellas, observó que hay entre las mismas una muy especial, por su esbeltez y al mismo tiempo por su grandeza, refiriéndome a la catedral gótica de Toledo. En ella y tras largos estudios sobre sus planos, he averiguado que su planta se halla dibujada con una sencillez inigualable, pues emerge desde el punto primario, siendo a través de un decágono, por lo que me doy cuenta, de que es regulada toda su arquitectura, bajo la escrupulosidad de la geometría sagrada. Su perfecta girola corresponde con las líneas maestras de dicho decágono, aunque la magia de sus líneas en la nave, nos las proporciona y nunca mejor dicho, el pentágono regular, en el cual se inscribe el ser humano. Pero a donde nos conduce este estudio, es al encuentro del verdadero lugar de poder, desde donde el pontifex o constructor de puentes, oficia el acto divino a este lado del mundo. En este nuevo cuaderno, llevo a cabo un exhaustivo trabajo sobre la generosa planta de la catedral de Toledo (S.I.C.P.), que además demuestra en parte el trabajo de los cuadernos 3º y 4º, sobre el juego de la oca y su alquimia con respecto a la planta, al que seguirá una segunda parte no menos interesante sobre su alzado.0