Como sabemos, la ?verdad? de un relato no siempre es sinónimo de ?historicidad?. Hoy ya no se pide a la arqueología que ?pruebe? el relato sagrado, y éste ya no se entiende como un libro de historia. Queda por comprender las relaciones que mantienen entre sí. Un arqueólogo, un exegeta y un historiador exponen aquí sus puntos de vista. Los ejemplos que ponen están tomados en su mayor parte de los libros históricos, que contienen hechos situados en los mal conocidos períodos llamados de la ?conquista? y la ?monarquía? (entre 1000 y 587 a. C.). A lo largo de estas páginas, las figuras de Josué, Sansón, David o Josías, la constitución de las leyes, la conquista de la ciudad de Hebrón o el asedio de Jerusalén por Senaquerib adquieren un nuevo relieve.