Esta obra pretende ayudar al estudiante a descubrir y explorar Aristóteles. La mayoría de la gente coincidirá en que no se trata de un filósofo de fácil acceso. Si la opinión común considera que Platón es tanto un poeta como un filósofo, Aristóteles, en cambio, se suele presentar como un dogmático y un sistematizador. Tal punto de vista es demasiado exagerado. Aristóteles, en efecto, pensó que la tarea filosófica consiste tanto en la definición de los problemas, el examen de diversos puntos de vista, la exploración de las dificultades, como también el de proponer soluciones. Y su pensamiento, como el de Platón, se desarrolló en una evolución gradual. Y, por arduo que pueda parecer acercarnos a sus escritos, no hay cómo sustituir la minuciosa lectura de ellos para el estudio de su filosofía. El papel que el autor de este libro asume es simplemente el de mero intermediario entre el mismo Aristóteles y un lector del siglo XXI.