Argumento de Archivo Commenda de Supuestos de Derecho Societario (2011-2014)
Encuadernación: Rústica
Colección: Estudios de Derecho Mercantil
Se trata, resulta notorio, de un opúsculo sobre casos prácticos de Derecho de sociedades, que, extraídos de la «vida misma», intentan ofrecer al lector algunas de las claves que explican y circundan la situación presente de este importante sector del ordenamiento jurídico.
Este tipo de publicaciones goza, por fortuna, de una considerable tradición entre los juristas; en primer lugar, por su indudable utilidad, sobre todo cuando esos casos, como en el presente libro, traducen con sustancial fidelidad, los hechos de la realidad jurídica examinada y no son, por tanto, puros inventos al servicio de las preocupaciones (o quizá obsesiones) de su autor. Por otro lado, y en segundo lugar, el hecho de presentar al lector interesado -por lo común estudiantes, aunque no sólo- un repertorio completo de supuestos prácticos relativos a una concreta rama jurídica es un buen contrapunto a la abstracción y al generalismo que suele caracterizar a la mayor parte de los libros de Derecho. No se vea en estos calificativos, desde luego, crítica por mi parte; que un tratado, monografía o ensayo, con independencia ahora de las muchas diferencias que separan a estos «géneros literarios» en el ámbito del Derecho, se caractericen por «velar» el momento práctico de una determinada institución en beneficio del análisis y exposición de sus perfiles y caracteres, no constituye, de por sí, algo censurable, sino una fase seguramente imprescindible para la mejor comprensión de esa misma figura.
Resulta evidente, con todo, que la desvinculación entre teoría y práctica no es la mejor metodología docente, y menos aún en el terreno jurídico. Por tal motivo, es necesario complementar la reflexión doctrinal, en la que, como trasunto del lenguaje normativo, predomina la tendencia abstracta y generalizadora, con la puesta en práctica de los principios que la inspiran. Sin abandonar al «deudor», entendido de manera genérica, parece imprescindible pensar en la concreta persona, ésta o aquélla, que ha de reintegrar un préstamo a una determinada entidad de crédito; del mismo modo, y sin abandonar la acabada construcción doctrinal de las personas jurídicas de base asociativa, resulta necesario no olvidar que la sociedad limitada «x» ha de encontrar el camino idóneo para modificar sus estatutos o evitar un peligroso conflicto entre el interés social y las particulares aspiraciones de uno de sus principales socios. 1