Dos seres diferentes. Dos cuerpos entre basura en las letrinas del water de caballeros. Ella le mira. Él la mira. Se miran. Se contemplan. Odio y pasión incomprensible. Él y ella se miran. Los dos chillan. Él sangra por el costado donde ella le ha incado sus dientes. Voraz bocado bien dirigido en defensa de sus crías paridas entre baldosas.
Ella huye por las letrinas hasta la tierra, agua sucia, cagadas, miseria miserable, fiebre, enfermedades, abortos, meados y mentiras del bienestar social. En un retrete del Metro un hombre y una rata se miran. Dos seres opuestos, dos sexos. Los dos chillan. Ella defendiéndose insaciable, él de dolor. Miradas ya gélidas, perdidas.