Aprender a investigar, aprender a cuidar está destinado tanto a los profesionales sanitarios (médicos, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales, fisioterapeutas, farmacéuticos.) y los voluntarios como a los estudiantes que estén empezando a recorrer el camino de las ciencias de la salud. Su utilidad se extiende a los cuidadores de enfermos crónicos, ancianos o personas que se encuentran al final de la vida.
Esta obra aborda de forma sencilla cómo se adquieren las bases del conocimiento científico, necesario para mejorar las estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento, y cómo conseguir experiencia en el uso de dicho conocimiento para cuidar al enfermo y aliviar su sufrimiento.
El mensaje que nos traslada Aprender a investigar, aprender a cuidar es claro: hay que saber investigar para incrementar nuestro conocimiento, pero este conocimiento ha de encontrarse siempre al servicio del cuidado de las personas.