Hace tres cuartos de siglo que la Sala Apolo acoge a los barceloneses como si fuera su segunda casa. Durante la posguerra se convirtió en un refugio de alegría en una ciudad deprimida, en los noventa fue la principal impulsora de la cultura de club de Barcelona, y en el siglo XXI se ha asentado como uno de los principales clubes del mundo. Apolo es un icono insustituible de la ciudad. Un vivero de creatividad incansable con salud de hierro.
«Sin duda, Apolo es la catedral musical de Barcelona». Òscar Broc
«Apolo se ha convertido en un referente, una carta segura, porque lo que encontrarás allí siempre estará bien. Es una sala cojonuda». Martí Sales
«Un faro en tiempos de decadencia. Feliz cumpleaños, y larga vida!».
Lluís Permanyer