Jaume C. Pons Alorda estuvo en ese rodaje y observó los sucesos peculiares e incluso grotescos que rodean el trabajo de Serra: la libertad de acción de unos actores no profesionales que oscilan entre lo cultísimo, lo silvestre y lo antipático, los accidentes cotidianos de un rodaje en tierra lejana, extraña e incomunicada y, sobre todo, la autoridad napoleónica con la que el director observa, ordena y desordena las piezas que dan forma a su creación final. Apocalipsis Uuuuuuuaaaaaaa se sostiene sobre una prosa bellísima para exponer, con ojos imparciales, un momento de alboroto, caos y creación libre. Tanto el texto como el proceso de filmación son hijos de los dos polos que cubren la atmósfera de la película: el racionalismo ilustrado y el salvaje espíritu romántico.