«La cualidad principal de la prosa es la precisión... En tanto que cada verso - expuso Monterroso en 1980 - debe verse y brillar independientemente de los que le preceden o siguen, en prosa la función de cada frase es tan sólo la de llevar a la siguiente. Si un verso es bueno, nunca sobra», Augusto Monterroso es un transgresor-poeta.
«Hay que leerlo manos arriba. Su peligrosidad se funda en la sabiduría solapada y la belleza mortífera de la falta de seriedad», advertía Gabriel García Márquez.