Las dos ediciones anteriores de este ensayo, que fue ofrecido en forma de conferencia en 1928, han estado por mucho tiempo agotadas. Me es grato ponerlo ahora a la disposición de la Editorial Libro Cubano simpática empresa juvenil a la que todos debemos ayudar para una tercera edición. Aunque no gusto de andar retocando viejos escritos míos, esta vez me ha parecido conveniente hacerlo, podando aquí y allá tal o cual superfluidad, precisando algunos conceptos y añadiendo una breve nota para sugerir, con la perspectiva de hoy (1955), hasta qué punto hemos rebasado ya el choteo como hábito o actitud generalizada.
Tal vez sigan conservando validez, sin embargo, mis observaciones sobre los rasgos peculiares y más estables de la psicología cubana. En determinada época, ellos proveyeron los mecanismos propicios para el tipo de expansión o de reacción que el choteo representó y que, con menos ubicuidad, representa todavía.
J. M.