Conocedor del mundo de la política por su condición de diputado provincial y en Cortes, así como de los ambientes literarios del Madrid de la Restauración -frecuentaba el Ateneo, del que fue miembro en varias ocasiones-, dedicó muchas páginas a denunciar los abusos de gobernadores, alcaldes y caciques, y a criticar los gustos poéticos de los entendidos del momento.
La presente antología quiere rescatar del olvido y acercar a los lectores actuales la figura y la obra de este poeta de noble linaje, almeriense de cuna y oscense de sangre y de corazón, que amó profundamente a Huéscar.