Su nombre es Henrietta Swan Leavitt y, en los días en que a las mujeres les estaba prohibido tener carreras científicas, era lo que se conocía como una "calculista" una calculadora humana de números- que, luchando contra una salud muy débil, descubrió una nueva ley que transformaría la cosmología.
Usando la ley de Leavitt, el legendario astrónomo Edwin Hubble demostró que había estrellas y galaxias enteras más allá de la Vía Láctea, y que el universo, como ahora sabemos, es inmensurablemente grande.
Con la gracia y habilidad que le han convertido en uno de los más distinguidos escritores científicos de la actualidad, George Johnson contrasta astutamente la magnitud del descubrimiento de Leavitt con la tranquila obscuridad de su corta vida. Antes de Hubble, Miss Leavitt es tanto un relato brillante de cómo medimos el universo como la emotiva historia de un genio olvidado.
Partiendo del descubrimiento de Henrietta Leavitt, que resultó fundamental para restablecer las distancias cosmológicas, el autor describe la historia de la investigación de una cuestión que aún hoy en día resulta fascinante: cuánto mide el universo.
Cristina Manuel Investigadora Científica, Instituto de Ciencias del Espacio, España
Este libro entrelaza de una manera admirable historia, astronomía y la lucha de una joven mujer por dejar su huella en el mundo científico.
Yolanda Gómez Investigadora, Centro de Radioastronomía, México
Henrietta Swan Leavitt, y otras astrónomas de Harvard, trabajaron de forma casi anónima en un mundo dominado por los hombres, dejando un impresionante legado que en aquel momento no se les reconoció como se merecían, ya que su papel fue el de meras ayudantes, las llamadas "calculistas" de Harvard.
Margarida Hernanz Profesora de investigación, Instituto de Ciencias del Espacio, España