Dice el Cardenal Daniélou en sus Memorias que el arte de las artes es la dirección de las almas. En los fundamentos de toda obra grande en la Iglesia se esconde siempre un maestro del espíritu que se ha tomado en serio la acción de Dios en el corazón de los hombres y ha sabido, con sabiduría y firme discreción, educarlos en la docilidad a su querer. Hoy, cuando la Asociación Católica de Propagandistas se dispone a cumplir sus cien años de historia, es muy urgente que haga memoria del manantial de donde corren las aguas que hoy beben sus miembros y recupere aquella primera intuición del P. Ángel Ayala, S.I., de formar hombres, dóciles a la voluntad de Dios, fieles intérpretes de los signos actuales de nuestro tiempo, para dirigir todas sus energías hacia lo que constituye la única misión de la Iglesia: salvar al hombre mediante todos los medios que Dios ha puesto a nuestro alcance. Sólo así la Asociación podrá agradecer a su fundador el carisma con que enriqueció a la Iglesia. Por este motivo es una alegría que hoy podamos presentar, recuperada, esta biografía que nos permite acercarnos a un padre y maestro en el espíritu que tiene plena vigencia en esta época tan necesitada de magisterio y paternidad espiritual.