La propia Quan revela: "meses antes de empezar la novela gráfica, salí en un reportaje para El País; tuvo tanto éxito en la versión digital que hasta nos sacaron en la portada de la versión impresa. Éramos las segundas generaciones que habíamos nacido aquí y nos sentíamos españoles. Cuál fue mi sorpresa que hubo miles de comentarios en redes. Muchos de ellos, negativos. Recuerdo que uno me impactó mucho: 'Que nazca un hámster en un establo, no le hace un caballo. Así que, de algo tan negativo, decidí hacer algo positivo. Cambié el enfoque de la novela gráfica Andaluchinas por el mundo, para darle una perspectiva muchísimo más íntima, personal y cercana. Es la historia de mis hermanas y mía, contada por nosotras".