En esta obra se analiza el desarrollo del anarquismo en el contexto de una nación como Argentina que, en las últimas décadas del siglo XIX, se encontraba en pleno proceso de cambio. El anarquismo significó en este país una alternativa revolucionaria y obrera basada en la actuación sindical opuesta a la acción política, así como una tendencia cultural e ideológica asumida por una joven generación.