¿Llevaría hasta el final la venganza? Judd Wilson por fin tenía la oportunidad de vengarse. Iba a desmantelar el imperio empresarial de su padre y pondría la guinda al pastel robándole a su amante, Anna Garrick. La intensa atracción que sentía por Anna haría más dulce su venganza. Sin embargo, cuando la fascinación se transformó en un deseo insaciable, todo cambió. Había creído lo peor de su padre y de Anna, pero tras desenterrar los oscuros secretos familiares, la fiera lealtad de ella hacia su padre lo obligó a reconsiderar sus planes; porque destruir al hombre que tanto lo había herido también implicaría perder a Anna.