En la soledad de su casa de Buenos Aires, una mujer recuerda. Su padre ha muerto y ya no existe nada que pueda devolvérselo. Entre sus manos y la ciudad de Sicilia se abre ahora un océano, tan grande y frío como la distancia respecto de un amor que parece, también ser irrecuperable. Con la cadencia de una prosa firme y diáfana, Kociancich nos envuelve en una historia que rescata la verdad de los que han quedado atrás y se bifurca en pasiones contrariadas, nostalgia, secretos.