Lucía ha perdido la alegría. Ni ella, ni su vida, son lo que eran, y ahora vive sumida en la tristeza de una soledad compartida. Su estable e intensa relación de pareja parece haber llegado a su fin, por lo que se halla completamente decepcionada, perdida y abatida. Pero un buen día, reflexionando frente al mar, asomada al Balcón del Mediterráneo de Tarragona, decide ponerle remedio a su apatía emprendiendo un viaje que la llevará de nuevo a Jerez. Una entrañable y bonita ciudad del sur de Andalucía, en la que además vive Rafael. Un hombre atractivo y seductor, al que se siente unida por una incipiente e insólita relación de amistad. Una vez allí las cosas cambian y Lucía ve su vida con otros ojos, mientras disfruta como una turista más, de Jerez, la Sierra y las Costas de Cádiz.