Tess estaba a punto de perder la custodia de su pequeño sobrino, ¿y quién mejor para consolarla que Rafe Farrar? Para el resto de las mujeres, Rafe era la personificación del sexo, para ella, solo era su mejor amigo, bromista y encantador... Pero, cuando Rafe le propuso que se casaran con el fin de mantener la custodia, su amistad empezó a ser algo más íntima y sensual. Ninguno de los dos sabía cómo comportarse como marido y mujer, pero donde parecían entenderse sin nigún tipo de problema era en el dormitorio.