El autor disecciona la forma de pensar de los americanos sin los prejuicios y anteojeras a que estamos habitualmente acostumbrados, aunque sin caer en la complacencia, y nos brinda el retrato de una sociedad caracterizada en su mayor parte por una serie de rasgos positivos, en gran parte ausentes de la realidad española, y que pueden explicar muchos de sus males actuales. Y es que como dice el autor, al contrario de lo que suele escucharse, el problema de muchos de nuestros males no es la excesiva americanización, sino más bien todo lo contrario, que no nos parecemos lo suficiente.
En la mejor tradición del panfleto y con una sana intención provocadora, American psique es un ensayo ameno, repleto de datos y experiencias personales del autor, que dará claves al lector no solo para conocer mejor a los norteamericanos actuales sino también a los propios españoles.
LA PSIQUE AMERICANA/LA PSIQUE ESPAÑOLA
1. Ciudadanos patriotas: creen que patriotismo y ciudadanía son el mismo concepto, identifican los símbolos y las instituciones nacionales con las libertades de que disfrutan, su desapego con respecto a las tradiciones, productos locales o al nacionalismo deportivo es considerable. / Antipatriotas localistas: creen que ciudadanía y patria son conceptos disociados, desvalorizan los símbolos comunes pero combinan este desapego con un enfermizo amor a las tradiciones, al deporte de selecciones y a cualquier producto o idea que tenga un marchamo local.
2. Confiados: Confían los unos en los otros, creen en la palabra dada y las relaciones sociales son predecibles. / Desconfiados: Siempre en guardia, las palabras se las lleva el viento, la burocracia surge como reacción natural.
3. Serviciales: Entienden el servicio a los demás como un imperativo de ciudadanía. / Familiaristas y calculadores: Consideran que el tiempo y el dinero empleado en ayudar a los demás va en detrimento de la propia familia y, por tanto, rehúyen el compromiso social.
4. Incentivados: Piensan que los incentivos son importantes para lograr la excelencia y el trabajo bien hecho. / Desincentivados: Ven en los incentivos una fuente de desigualdad que les puede dejar en evidencia.
5. Transparentes: Creen que todo debe saberse aquí y ahora, que todo el mundo tiene que tener alguien a quien rendir cuentas, que el ejercicio del poder exige revelar mayor información / Opacos: la información quizás puede estar disponible pero debe ser difícil de encontrar, el ejercicio del poder o de la responsabilidad cualifica para ser menos transparente.
6. Optimistas: Confían en el individuo que ha fracasado y ha aprendido de sus fracasos, piensan que la persona tiene la capacidad de reinventarse continuamente a cualquier edad, ven indudablemente la botella medio llena. Son inconformistas. Dios les quiere. / Fatalistas: Piensan que los fracasos son la prueba de que alguien no vale, lo que no hayas hecho antes de los 30 años no lo harás nunca, es socialmente aceptable el dicho más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Se conforman con poco pero se convencen de lo contrario. Dios (si es que existe aunque es altamente improbable), les odia.
7. Libres: Prefieren fracasar pero ser libres de hacer y elegir, tomar decisiones no les asusta aunque pueda tener consecuencias desagradables, creen que el Estado se entromete demasiado en sus vidas aunque pagan religiosamente los impuestos. / Conservadores: Las decisiones personales son revolucionarias, los cambios solamente traen problemas, la mala suerte está a la vuelta de la esquina y hay que ser precavido, creen que una buena gestión estatal y las regulaciones les protegen de los infortunios de la vida aunque si pueden se escaquean a la hora de pagar los impuestos porque piensan que el Estado siempre está al servicio de intereses privados.
EL AUTOR
César García (Madrid, 1970), doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, es actualmente profesor de comunicación en Central Washington University. Antes de su paso definitivo al ámbito académico, trabajó para diversas empresas de comunicación en España donde ejerció como consultor de comunicación empresarial durante más de una década.
Ha escrito dos libros sobre historia de la opinión pública, La opinión pública en Santayana (Cuadernos de Langre) e Historia de un estereotipo. Intelectuales españoles en Estados Unidos (1885-1936) (Cuadernos de Langre). Es también autor de la introducción y la traducción por primera vez al español de un libro clásico de la historia de la opinión pública norteamericana, El público fantasma (The Phantom Public) de Walter Lippmann (Genueve Ediciones).
Ha publicado varios artículos de opinión en diarios nacionales así como numerosos artículos científicos en publicaciones académicas internacionales del ámbito de la comunicación.
Vive en Ellensburg (Washington) con su mujer y sus dos hijos.
LA EDITORIAL
Entre los títulos de la editorial figuran: Lo importante no es cómo te caes sino cómo te levantas, en el que Stanley Bendelac, veterano y prestigioso publicista, narra las claves para sobreponerse a las caídas profesionales y personales; Generación TIC, obra colectiva de empresarios y directivos que crearon y dirigieron empresas pioneras en el campo de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación; Enfermedades Raras, libro que recoge testimonios de personas que tienen algún tipo de enfermedad rara y explicaciones médicas de estas patologías a cargo de prestigiosos doctores; Sordo ¡y qué!, una obra de gran impacto social que llamó la atención de toda la prensa española; Hiperactivos. Estrategias y técnicas para ayudarlos en casa y en la escuela, libro que recoge el conocimiento de los más prestigiosos expertos mundiales en TDAH; y Celíacos Famosos, obra que aúna relatos de personas celíacas, entre las que figuran personajes públicos como la condesa de Romanones y la actrices Silvia Marsó y María Valverde, y que contó con la participación del chef Sergi Arola.