Después de la muerte de mi padre, fue cuando mi corazón se endureció. ¿Cómo podría Dios quitarme al hombre, al héroe que uno ama desde que nace? Siempre me hago la misma pregunta y a veces pienso que nada es para siempre, nada es eterno, y la muerte de mi padre me lo recuerda día a día. Dejar atrás Washington fue lo mejor que pudimos hacer. Mi hermano Matt fue el primero en hacerlo. Me gusta llamarlo Matt, siempre me gustó más llamarlo así y no Adam. Cuando nos dijo que ahora sería Matthew Reed y no Adam Bennett, nos sorprendió a todos, pero respetamos su decisión. No es tan fácil para ninguno de nosotros que nos relacionen con el tío Dan. Siempre ha sido un hombre peligroso. Ahora todos seríamos Reed. Pero no es la historia de Matt esta vez. Es la mía. Ahora es momento de seguir fingiendo, pero sobre todo NO ENAMORARME. Me he ilusionado y me han herido. No quiero ni imaginarme lo que sería amar y sufrir por ello. Siempre fui la frágil e inocente Susan Reed. Pero lo que nadie sabe es que detrás de mi inocencia se escondía una chica diferente que sabía todo lo que pasaba a su alrededor sin que ellos se dieran cuenta. Una amarga verdad está a punto de descubrir. También soy una Bennett después de todo.