Argumento de Amarás con Todas Tus Fuerzas. (pobreza), 3ª Edición
Con todas las fuerzas: ¿una exaltación del éxito y la eficacia? Semejante programa se ganaría hoy el aplauso de no pocos. ¿Qué cosa más noble y santa que dedicarse a la afirmación de la bondad y la justicia mediante iniciativas eficaces?
Cuando se habla de servir al Señor "con todas las fuerzas" no se quiere decir que haya que trabajar las veinticuatro horas del día, ni se pretende afirmar en absoluto el activismo o la eficacia por la eficacia, sólo la pobreza, en su sentido evangélico, abre camino a la fuerza misma de Dios, con quien el hombre debe colaborar con todas sus fuerzas. El pobre trabaja, y trabaja duro. Pero no se deja dominar por su trabajo, porque él es un siervo inútil y, mientras trabaja, sabe que corre envano si el Señor no construye la casa.
De este modo, el espíritu de pobreza produce aquellas actitudes que permiten una mayor calidad del trabajo apostólico, ya que lo conecta con la comunidad de los hermanos, con la comunión eclesial, con los problemas de toda la familia humana y con la fuente misma de la Fuerza que sostiene y robustece sus débiles fuerzas.0