Es tiempo de hacer brotar lenguaje y realidad. La creatividad está en el centro mismo de la existencia humana. Cuando creamos algo nuevo nos unimos a Dios; nuestra propia originalidad personal se desarrolla y se expresa al traer al mundo el futuro que Dios nos ofrece y crea juntamente con nosotros, empapando nuestra fantasía, nuestra pasión y nuestra acción.
Cada época se justifica ante la historia por el encuentro de unas verdades o de unas propuestas que alcanzan claridad y fuerza, y con claridad y fuerza se ofrecen. La generación de la posmodernidad ha crecido entre fuertes polaridades; polaridades que parcelan, fragmentan y privan de la riqueza multidimensional. Esto nos ha dejado con la impresión de que somos hijos del fragmento y de la provisionalidad. La alternativa -el tertium datur- que queremos trabajar y vivir es un nuevo paradigma que tiene mucho de espiritualidad; y una espiritualidad situada en el contexto de un nuevo renacer cultural y religioso. Este tiempo nuevo que está emergiendo y que tenemos que acompañar a que emerja definitivamente es una estupenda oportunidad para juntar, hacer síntesis, integrar y desde ahí dar el salto a una nueva ingenuidad, y sorprenderse con nuevos nacimientos.
En el fondo, este libro -que es antropología y espiritualidad, fe y cultura- se convierte en una invitación a ser creativos, a crear la novedad del Reino, a vivir la Pascua en nuestra propia carne, a reflejar la acción de Dios en nuestra misma acción. En el fondo estamos llamados a crear la novedad de Dios que es Jesús. Pero, para crear la novedad, para llegar al tertium datur, nosotros mismos tenemos que ser novedad y gran alternativa.