Vaclav.Smil, adoptando un enfoque científico, no se suma ni a la visión catastrofista según la cual es inminente una hambruna generalizada, ni a la visión optimista, que da por buenos grandes incrementos de población como fuente de inagotable inventiva humana. Si bien no actuar, actuar tardíamente o equivocar las prioridades puede causar graves problemas futuros, la humanidad dispone de los instrumentos necesarios para marcar un rumbo más eficaz. No existen razones biofísicas insuperables que impidan alimentar a la humanidad en las décadas venideras a la vez que se alivia la presión que la agricultura moderna ejerce sobre la biosfera.
Smil pasa revista a las numerosas amenazas a nuestras fuentes de alimentos, entre las que se encuentran la erosión del suelo, el agotamiento de los recursos pesqueros y del agua potable, el aumento del consumo de carne asociado a la creciente riqueza de las sociedades y el impacto potencial sobre los agroecosistemas del calentamiento global. La tesis fundamental de este libro es que disponemos de instrumentos de mejora paulatina, poco brillantes, pero en última instancia sumamente eficaces, para abordar este desafío y que la intensificación de la producción de las cosechas, aunque necesaria, debería basarse fundamentalmente en un uso más eficiente de los recursos existentes, especialmente el agua y los fertilizantes.