Alí Babá, un pobre leñador de Arabia, oye por casualidad a una gran banda de ladrones (cuarenta en total) visitando el escondite de su tesoro en el bosque en el que cortaba madera. El tesoro de los ladrones está en una cueva cuya boca queda sellada mágicamente: se abre con las palabras «Ábrete, Sésamo» y se cierra con «Ciérrate, Sésamo». Cuando los ladrones se marchan, Alí Babá entra en la cueva y se lleva parte del tesoro a casa.