Ariadna Argos se embarca hacia el puerto de Bristol y lleva consigo unas botellas de vino de sus bodegas. A su llegada la esperará en el puerto, entre graznidos de gaviotas, Marmor Darroucha, un viejo conocido de su padre. En el castillo de la condesa Mary, junto con Cynthia de Smith, el doctor Tackwell y Henry Beck, compartirán días definitivos de alcohol, vida y sueño.