"Adviento significa presencia de Dios ya comenzada, pero también tan sólo comenzada. Adviento significa despertar a la vida la presencia de Dios oculta en nosotros, andar un camino de conversión, de alejamiento de lo visible y acercamiento a lo invisible. Estar preparados.... Benedicto XVI. En estas páginas he querido transmitir la idea de un Adviento vivido como un comienzo. La liturgia de estos días sigue como un hilo conductor: el de despertar y comenzar a caminar, el de mantenerse en vela durante el camino, el de estar atentos mientras nos dirigimos hacia el Monte Santo, hacia Belén, hacia Jesús. Despiertos y caminantes. Esa es la idea central.