Argumento de Aguafuertes Vascas
En noviembre de 1935, Roberto Art, entonces prestigioso cronista del diario argentino El Mundo, tomó un tren desde Santander con destino a Bilbao. Su misión era continuar la serie costumbrista de relatos que, bajo el título de &8221;, publicaba periódicamente. Volcando todo su talento narrativo en estas pequeñas crónicas urbanas, Arlt plasmó su estupor ante la visión de uno de los pueblos más satisfechos de sí mismos que había conocido en el transcurso de su viaje por la península Ibérica. El Bilbao industrial con sus callejuelas angostas, mezcla de opulencia y de necesidad; el nacimiento del acero en los Altos Hornos de Barakaldo, la sociedad matriarcal encarnada en las mujeres de Bermeo, la mezcla de religión y piedra de Elorrio, los otoños de San Sebastián todo queda recogido, entre la fascinación y la mordacidad, en la serie de artículos del diario bonaerense que hemos recuperado para esta edición.1